La Función se celebrará el sábado 11, víspera de la solemnidad de la Virgen de los Desamorados
La Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados ha anunciado que los días 8, 9 y 10 de mayo tendrá lugar en la Iglesia Conventual de Nuestra Señora del Carmen, el Solemne Triduo en Honor y Gloria de la Santísima Virgen de Nuestra Señora de los Desamparados a partir de las 19:15 horas y con el siguiente
orden: Exposición Mayor de Su Divina Majestad, Rezo del Santo Rosario, Ejercicio del Triduo, Bendición y Reserva, celebración de la Santa Misa, a las 20:00 horas, ocupando la Sagrada Cátedra y la Palabra el padre Juan Franco Pérez, Vicario de la Parroquia de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de Barrameda.
Las intenciones del Triduo serán aplicadas el primer día por las Compañías Espirituales del Santo Rosario.
En el Segundo Día las intenciones irán dedicadas a los jóvenes de la Hermandad. Imposición de medallas.
Las intenciones del tercer día irán a las Hermandades y Asociaciones de la Parroquia.
La Función Principal de Instituto se celebrará el sábado 11 de mayo, víspera de la Solemnidad de la Virgen de los Desamparados a las 11:00 horas. El acompañamiento musical correrá a cargo de “Ensemble Stella Maris”.
Mayo el mes de María de los Desamparados
Durante siglos la Iglesia Católica ha dedicado todo el mes de mayo para honrar a la Virgen María, la Madre de Dios. En nuestra Hermandad y nuestra Parroquia, el mes de Mayo siempre será un mes especial, ya que en este mes celebramos diferentes cultos en honor y gloria a Nuestra Madre de los Desamparados.
La idea de un mes dedicado específicamente a María se remonta al tiempo barroco o siglo XVII. Si bien, no siempre se llevó a cabo en mayo, el mes de María incluía treinta ejercicios espirituales diarios en honor a la Madre de Dios.
Fue en esta época que el mes de mayo y de María se combinaron, haciendo que esta celebración cuente con devociones especiales organizadas cada día durante todo el mes. Esta costumbre se extendió sobre todo durante el siglo XIX y se practica hasta hoy.
Debemos darle un lugar especial a María no porque sea una tradición de larga data en la Iglesia o por las gracias especiales que se pueden obtener, sino porque María es nuestra Madre, la madre de todo el mundo y porque se preocupa por todos nosotros, intercediendo incluso en los asuntos más pequeños.
Por eso se merece todo un mes en su honor, celebremos, invitando a nuestras fiestas a María, nuestra dulce madre del Cielo.