El orfebre crea una presea en oro, plata, marfil y piedras preciosas de aires marineros para la coronación de la dolorosa de la hermandad de la Palma
JESÚS GARCÍA HIGUERAS| Cádiz cae rendida a los pies del orfebre cordobés Manuel Valera: la originalidad de la corona que ha creado para María Santísima de las Penas ha impactado positivamente en esta ciudad.
Los rayos de la ráfaga se entremezclan con palmas y el resultado es de gran sensación de movimiento. Con esta nueva presea Valera culmina su primer trabajo en esta capital andaluza.
La coronación de la Virgen de las Penas, prevista para el 14 de agosto de 2021, quedó suspendida por la pandemia, pero la cofradía gaditana de la Palma se la ofrendó ese mismo día a su imagen, con la participación del orfebre.
Oro, plata, marfil y piedras preciosas se conjuntan en una presea de homenaje a Cádiz que pesa más de cuatro kilos y que tiene muchas alusiones a esta ciudad y a la archicofradía de la Palma, que procesiona el Lunes Santo.
«La vinculación con Cádiz es de toda la vida y cuando nos llamó la hermandad de la Palma ha sido un encuentro esperado y deseado por ambas partes. Esta corona es un homenaje a Cádiz», resume Valera.
Elementos marinos
El aire marinero queda inmortalizado en las figuras de unos delfines en lugar de los tradicionales dragones. La pieza le ha llevado un año de trabajo en su taller. Y ahora se encuentra «en una nube, por la acogida impresionante que ha tenido en Cádiz», reconoce.
Entre los detalles se observan hojas de parra y racimos de uvas tallados en marfil. La cruz la sostienen dos ángeles que se inspiran en la Custodia del Millón de la Catedral de Cádiz. Todo ello lleva detrás «mucho esfuerzo», según reconoce el orfebre.Manuel Valera ha integrado tal cual muchas joyas donadas por hermanos; otras, las ha modificado
El fin primordial era sacar «el máximo partido a las donaciones que vienen de sus devotos: algunas piezas se han incluido tal cual en el diseño y otras las hemos transformado para que quedaran bien estéticamente».
La corona concentra mucha simbología marinera referida a Cádiz: detalles de azulejos de la Alameda y las antorchas de la Catedral con las llamas talladas en marfil en hueso de cachalote.
La escena central del canasto es la de la coronación de la Virgen de la Catedral Vieja, también van mascarones y cartelas de edificios gaditanos en el resplandor. La parra, homenaje a la Viña, se encuentra entrelazada en la ornamentación. Y la piedra ostionera típicamente gaditana. La corona cuenta con muchos detalles abiertos a la interpretación posterior, indica Valera.
Manuel Valera sigue trabajando en otras tres piezas para próximas coronaciones pospuestas de la Virgen, al ritmo que le piden las cofradías. La de la Paz y Esperanza de Córdoba se encuentra en «un proceso muy avanzado de realización».
La corona para los Dolores de Sanlúcar de Barrameda está prácticamente terminada y también está trabajando en la corona para la Fuensanta, patrona de Alcaudete. Curiosamente, la corona de la Palma fue la última que le encargaron, pero ha resultado la primera en estar concluida.