El Corpus de Cádiz se celebra sin cubrir aforo y sin el equipo de Gobierno (La Voz de Cádiz)

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La festividad se celebró en el interior de la Catedral de Cádiz y con menos público de lo previsto

Sin su olor y su color, sin Corporación bajo mazas ni tampoco con todo el aforo completo. Así ha transcurrido la celebración del Corpus en la Catedral de Cádiz, la más atípica que se recuerda debido a las numerosas restricciones impuestas por la crisis sanitaria que vive la ciudad a consecuencia del coronavirus. En esta ocasión, el Corpus no ha contado con calles repletas de fieles ni altares de las cofradías pero sí ha mantenido el carácter festivo ligado a esta celebración religiosa que tiene lugar en el mes de junio. De hecho, ni siquiera se ha llegado a cubrir el aforo en el templo catedralicio, donde ha tenido lugar la Eucaristía y la procesión claustral. De las 300 personas de aforo máximo permitido que impuso el Obispado para cumplir con la distancia mínima de seguridad, finalmente en el templo tan sólo se han congregado 280 personas, todas ellas con mascarillas y separadas a 1,5 metros de distancia en todo momento. La propia responsabilidad de los ciudadanos y el hecho de que los actos fuesen retransmitidos por televisión por Onda Cádiz han empujado a que la Catedral no llegara a llenarse.

Sí cumplieron con su presencia los concejales del PP, Ciudadanos y del Grupo Mixto, que quisieron acompañar a la Iglesia en una de las celebraciones más importantes del año. También se dieron cita otras autoridades civiles y militares, así como los hermanos mayores de casi todas las hermandades de Cádiz. Por el contrario, no estuvieron presentes en el templo ni los concejales del PSOE ni los representantes del equipo de Gobierno, siguiendo así con el comportamiento habitual en los últimos años.

 En esta ocasión, el alcalde ni siquiera autorizó la Corporación Bajo Mazas que suele hacer el recorrido desde el Ayuntamiento con todos los representantes municipales. Esta petición que realizó el Grupo Popular fue denegada por el alcalde tras consultarlo con Protección Civil, que desaconseja cualquier tipo de reunión ya que «puede atraer a un número indeterminado de personas de difícil control para el cumplimiento de las normas de seguridad».

 Procesión claustral Por este motivo, los concejales fueron llegando a la Seo gaditana de forma escalonada, y ya allí se encontraba el pendón municipal en los bancos reservados para ellos. Fue en el interior del templo catedralicio donde se llevaron a cabo todos los actos de festejo. A las 10 de la mañana comenzó la misa oficiada por el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza.

Durante la ceremonia, Zornoza afirmó que «la Eucaristía encierra el cuerpo de Cristo, es decir, la vida entera del Señor, su realidad. Jesús mismo, con cuanto vive y siente, se convierte en nuestro alimento. Por ello, es necesario que cada uno de nosotros viva por Él. Comiendo la Eucaristía no sólo alimentamos nuestra alma, sino que formamos un solo cuerpo con Cristo. En la Eucaristía nos responde el Señor porque Jesucristo es el único que puede dar respuesta a los grandes problemas de nuestro mundo». En este día en el que también se celebra el Día de la Caridad, el obispo diocesano afirmó que «la participación en la Eucaristía debe hacernos testigos de la compasión de Dios».

El obispo destacó la labor de la Iglesia durante la pandemia. «La Iglesia ha puesto sus recursos al servicio de los demás y ha sabido adaptarse en cada momento, también en esta situación de pandemia, haciéndose signo de esperanza y solidaridad. La Iglesia a través de Cáritas atendió el pasado año a ocho millones de personas, pero no hay que olvidar a ese centenar de sacerdotes que han dado la vida cuidando a los enfermos y a los infectados, al igual que otros tantos religiosos, religiosas y laicos que lo han hecho con sencillez, anonimato y generosidad. La caridad se encuentra unida al sacrificio y a la entrega de la vida porque es amor verdadero».

 Alrededor de las 11 de la mañana, tuvo lugar la procesión por el interior del templo, con un cortejo reducido a cuatro personas en representación de los distintos estamentos, además de los sacerdotes y el propio Zornoza. Otro de los cambios que se ha tenido que llevar a cabo este año como medida de seguridad, fue el cambio de la Custodia habitual del Corpus por sus dimensiones, que no permitían mantener la distancia de seguridad marcada en esta Fase 3 de desescalada. Por este motivo, el Santísimo fue en la custodia pequeña, conocida como la custodia de Ana de Viya que se conserva normalmente en el museo catedralicio. Para finalizar con este Corpus atípico, el obispo impartió la bendición hacia el exterior desde la puerta principal del templo.


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