El Sermón de las Siete Palabras regresa a la Santa Cueva el próximo Viernes Santo

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Las invitaciones podrán retirarse, en el Oratorio de la Santa Cueva, el Martes y Miércoles Santo, 12 y 13 de abril, de 10.00 a 13.00 horas (2 invitaciones por persona).

Tras dos años sin poder celebrarse en su lugar habitual a causa de la pandemia de la Covid-19, en el 2020 por su cancelación y en 2021 porque se celebró en la Catedral de Cádiz para tener un mayor aforo y favorecer la distancia de seguridad de los asistentes, el próximo Viernes Santo15 de abril, a las 12.00 horas, la Santa Cueva volverá a acoger una de las celebraciones con más tradición de la Semana Santa de Cádiz, el Sermón de las Siete Últimas Palabras de Nuestro Redentor en la Cruz.

En esta edición, el encargado de la predicación será el Rvdo. P. Pascual Saturio, prior del Convento de Santo Domingo. Durante el mismo, el cuarteto de cuerda La Lira D’Orfeu, interpretará el concierto compuesto al efecto por Joseph Haydn.

Las invitaciones podrán retirarse, en el Oratorio de la Santa Cueva, el Martes y Miércoles Santo, 12 y 13 de abril, de 10.00 a 13.00 horas (2 invitaciones por persona).

El Sermón de las Siete Palabras

“En aquella época era habitual celebrar un oratorio en la iglesia principal de Cádiz durante la Cuaresma. Los muros, ventanas y columnas se cubrían de tela negra, y sólo una única lámpara iluminaba la sagrada oscuridad. A mediodía se cerraban las puertas y la música comenzaba. Tras una introducción adecuada, el obispo subía al púlpito y pronunciaba las Siete Palabras y desarrollaba una homilía sobre ellas. Una vez finalizada, descendía del púlpito y se arrodillaba delante del altar. En este intervalo sonaba música. El obispo subía y bajaba del púlpito después de cada palabra y la orquesta intervenía al final de su alocución. Mi composición tenía que adaptarse a esos preparativos. La tarea de escribir siete adagios con una duración de diez minutos cada uno y que no cansaran a los oyentes, no era fácil…”.

Así relataba Haydn los pormenores de la difícil empresa que le fue comendada por el sacerdote José Sáenz de Santamaría, Marqués de Valde-Íñigo, a fines del siglo XVIII.

En 1783 el sacerdote inauguró la Santa Cueva y quiso engrandecer el templo con una pieza musical que acompañara la predicación de las siete últimas palabras de Cristo en la mañana del Viernes Santo. Así nacía una partitura que sigue interpretándose cada Semana Santa en el oratorio gaditano y que recuerda una de las épocas de mayor esplendor de la ciudad.


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