La Solemnidad de Santa María Magdalena se celebró un año más en la Iglesia Conventual de Santa María, aunque en esta ocasión la Cofradía de Santa María introdujo cambios dentro del protocolo atendiendo a las excepcionalidades contempladas con motivo de la pandemia de COVID-19.
Precisamente en esta ocasión tuvo lugar la imposición de escapularios a hermanos y hermanas que tienen una antigüedad superior a los 50 años en la corporación, un acto que debió realizarse durante la Función Principal de Instituto de la Cofradía, tras el Quinario en honor a Nuestro Padre Jesús Nazareno, ambos eventos suspendidos.
Los hermanos y hermanas que obtuvieron el escapulario fueron: Ángel Sainz Varo, María del Carmen Pedreño Alcaraz, María del Carmen Suárez Barragán, Manuel Cea Sánchez, María Cabrera Capitán y Joaquín Rolán Oliva, en este caso a título póstumo recogido por su hija, María José Rolán Sánchez.
Tras la Exposición del Santísimo y el rezo del Santo Rosario tuvo lugar el comienzo de la Santa Misa, durante la cual se hizo lectura de la crónica del mercader saboyano Raimundo de Lantery, como testigo directo que fue de los acontecimientos de la milagrosa intercesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santa María Magdalena en la desaparición de la epidemia de peste que asoló la Ciudad de Cádiz. Lectura realizada por la Secretaria, Alba Quintero.