El templo abre sus puertas desde este jueves a la música, con tres conciertos previstos, y a los cultos de Semana Santa
El Viernes Santo se interpretarán Las Siete Palabras de Haydn
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PABLO DURIO. Es el templo más influyente de la diócesis, la sede del obispo; y esa relevancia se va a poner de manifiesto en estos próximos días. La Catedral va a cobrar gran protagonismo en la recta final de la Cuaresma y durante la Semana Santa, abriendo sus puertas a la música y a las celebraciones litúrgicas propias de este tiempo.
Especial relevancia cobra la interpretación de Las Siete Palabras que compusiera Haydn para Cádiz y que gracias al esfuerzo del Cabildo Catedral se sigue interpretando cada año, después de que el Ayuntamiento dejara de organizar ese concierto en la mañana del Viernes Santo. Los problemas de aforo del Oratorio de la Santa Cueva han obligado a trasladar este año su celebración a la Catedral, siendo la entrada al sermón (que tendrá lugar a las doce del mediodía) por invitación, hasta un máximo de 200.
El cuarteto de cuerda Concierto Ylustrado, dirigido por Carlos Jaime, se encargará este año de la interpretación de la obra de Haydn, predicando el sermón el obispo diocesano, Rafael Zornoza.
Ademá de la música de Las Siete Palabras, la Catedral acogerá estos días otros dos conciertos de música religiosa. El primero de ellos tendrá lugar esta misma tarde, a partir de las siete, y estará a cargo del grupo sevillano de música antigua y barroca Ottava Rima, que interpretará el Requiem de André Campra (autor francés del siglo XVII, máximo exponente del Barroco) y el Salmo 51 de Johann Kuhnau (compositor alemán también nacido en el siglo XVII) en un acto organizado por la Fundación Cajasol “como mejor homenaje a todas la personas que se han visto afectadas por la actual crisis sanitaria mundial” y a beneficio de la bolsa de caridad de las hermandades de la ciudad. La entrada a este concierto será libre.
Y en la tarde del sábado tendrá lugar otra cita musical en el primer templo de la diócesis. En esta ocasión, viene organizada por el Consejo de Hermandades con la colaboración del Ayuntamiento, y estará protagonizada por el grupo de cámara San Pablo, que interpretará diversas marchas procesionales que estarán separadas por la lectura de textos de la Pasión que harán los cofrades Toñi Martínez, Juan Carlos Torrejón, Ana Mendoza, Juan Mera e Inmaculada Ruiz. Todo ello a partir de las cinco y media de la tarde.
Al margen de estos tres actos musicales, la Catedral abrirá sus puertas para acoger las celebraciones litúrgicas que tuvieron que ser suspendidas el año pasado. Así, se celebrará Misa de Palmas el Domingo de Ramos a las doce del mediodía; Misa Crismal a las once de la mañana del Miércoles Santo; los oficios del Jueves (a las seis de la tarde) y Viernes Santo (a las cinco y media); la Vigilia Pascual a las ocho de la tarde del Sábado Santo; y el Pontifical de Resurrección a las doce del mediodía.
Y además de todo esto, el templo diocesano servirá de plató para la retransmisión del programa especial que Onda Cádiz Televisión emitirá en directo desde este Viernes de Dolores en horario de ocho de la tarde a once de la noche, conducido por la periodista Mayte Huguet y que contará con entrevistas, imágenes de años anteriores y música en directo.
‘Las Siete Palabras’, un encargo del Marqués de Valdeíñigo para la Santa Cueva
Las Siete Palabras de Haydn es una de las piezas patrimoniales de mayor valor que atesora la ciudad. Fue encargada por el Marqués de Valdeíñigo (el sacerdote José Sáez de Santamaría) en el año 1783, una vez inaugurado el Oratorio de la Santa Cueva, para que tuviera una pieza musical de calidad que acompañara al Sermón de las Siete Palabras en la mañana del Viernes Santo.
“En aquella época era habitual celebrar un oratorio en la iglesia principal de Cádiz durante la Cuaresma. Los muros, ventanas y columnas se cubrían de tela negra, y sólo una única lámpara iluminaba la sagrada oscuridad. A mediodía se cerraban las puertas y la música comenzaba. Tras una introducción adecuada, el obispo subía al púlpito y pronunciaba las Siete Palabras y desarrollaba una homilía sobre ellas. Una vez finalizada, descendía del púlpito y se arrodillaba delante del altar. En este intervalo sonaba música. El obispo subía y bajaba del púlpito después de cada palabra y la orquesta intervenía al final de su alocución. Mi composición tenía que adaptarse a esos preparativos. La tarea de escribir siete adagios con una duración de diez minutos cada uno y que no cansaran a los oyentes, no era fácil…”. Recuerda el Obispado que con estas palabras relataba el propio Haydn ese encargo que gracias al empeño de la Iglesia gaditana sigue sonando en la ciudad cada Viernes Santo.