La Tribuna Cofrade: La Humildad de 1900 (Diario de Cádiz)

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  • El Cristo de San Agustín ha sido fotografiado con un sudario sobrepuesto a la talla, evocando estampas antiguas
  • Cobra fuerza la opción de una Semana Santa con pequeñas parihuelas
La fotografía que realizado la cofradía de Humildad y Paciencia con el Cristo vistiendo sudario de tela
PABLO DURIO. A la fotografía le falta el blanco y negro, le faltan los bordes irregulares y amarillentos del cartón que se rinde al paso del tiempo, la nostalgia del que la coge entre sus manos y recuerda al familiar o al amigo que se la dio un día. La fotografía es de estos días, pero bien pareciera de hace un siglo. De principios del XX, cuando el portentoso Cristo de San Agustín solía aparecer ataviado con ese sudario de tela superpuesto al que tallara con mimo y con tremendo acierto Jacinto Pimentel. Tan bien talló Pimentel al Cristo paciente que hay quien piensa que es imposible que de esas manos saliera perfección tan redonda como la que reúne esta imagen.

La corporación del Domingo de Ramos acaba un ciclo. Un punto y seguido que se confirmará el próximo día 25 con la reelección de David García como hermano mayor. Y ha querido agradecer a los hermanos que mes a mes vienen aportando un pequeño grano de arena para que el amplio patrimonio pueda mantenerse en el mejor estado posible. Unas potencias que platear, una corona que restaurar, unas varas nuevas que hacen falta, un dosel para los cultos… Siempre hay pequeñas (o medianas) intervenciones que hay que acometer para que el arte que han heredado las hermandades se mantenga y, lo mejor de todo, pueda seguir utilizándose en el culto a las imágenes. El agradecimiento, el detalle que ha tenido la Humildad y Paciencia con esos hermanos que aportan una cantidad económica de manera constante para intervenir en el patrimonio, es esta portentosa fotografía en la que el Cristo vuelve a aparecer como solía ser habitual en las primeras décadas del siglo XX, hace ahora cien años. Con un sudario de tela sobrepuesto a la talla. Con las potencias más antiguas que posee la corporación (posiblemente de factura mexicana). Y con un broche donado recientemente para aguantar el cordón que rodea el cuello y las manos y que evoca esa estética barroca propia de las imágenes durante la Edad Moderna (Carlos Maura, que de esto sabe como pocos, dixit).

Así, de un plumazo, Humildad nos regala esta imagen que nos lleva de nuevo a 1900. A la Humildad de Cayetano Ruiz y Gómez, la de la última reorganización, la de Camilo Gálvez y su Miserere, la de los obispos José María Rancés y López Criado.

Tanto ha gustado la fotografía, y tan portentoso aparece el Cristo, que los jóvenes de la hermandad ya andan buscando fondos para hacer un paño de pureza (el de la fotografía ha sido cedido por Columna) y que la imagen pueda aparecer así en alguno de los cultos anuales, un siglo después.

Semana Santa

La concejala de Cultura, Lola Cazalilla, descubriendo junto al presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado, el cartel de la Semana Santa 2020 de Cádiz

Con optimismo –¿desmesurado?– miran la Junta de Andalucía y los consejos de hermandades de las capitales a la Semana Santa de 2021. La premisa parece clara: que las cofradías estén lo más presente posible llegado el Domingo de Ramos, en función de las condiciones, las limitaciones y la situación que por aquel entonces obligue el coronavirus. En la reunión de Antequera del pasado domingo ganó enteros la opción de que si sacar los pasos supone un problema, se opte por una Semana Santa en pequeñas parihuelas, como ya planteamos en esta página hace meses y como ya se ha planteado en la comisión que estudia la Semana Santa de Cádiz 2021 en el seno del Consejo. Y si las salidas a la calle no fueran posible (por la dificultad de organizar el cortejo con las distancias de seguridad debida y por la imposibilidad de controlar el aforo en la vía pública) se pretende que las cofradías y sus imágenes titulares tengan bastante protagonismo esos días en el interior de los templos. Aún es muy pronto, pero la Junta de Andalucía sabe que la Semana Santa es crucial para el turismo, que a su vez es crucial para la región, y las cofradías temen que una segunda Semana Santa sin imágenes sea un golpe que difícilmente se pueda superar.

Antequera

Los presidentes de los consejos de hermandades de las capitales andaluzas, reunidos en Antequera.

Lo más relevante de la reunión del pasado domingo de los presidentes de consejos, a priori, es esa comunicación que se quiere abrir con la Junta de Andalucía para conocer los límites, las condiciones, los escenarios o los plazos que los responsables de la comunidad autónoma puedan marcar en relación a la Semana Santa. Un contacto directo, en definitiva, con el Fernando Simón andaluz que vaya marcando las directrices a seguir y que determine el escenario en el que se desarrollará la semana que transcurre de Ramos a Resurrección. Y otra clave interesante es el deseo casi unánime (con la excepción, al parecer, de Sevilla) de que la decisión final sobre la Semana Santa sea común a toda Andalucía; es decir, que la posibilidad de salir o no a la calle no quede a criterio de cada Ayuntamiento, sino que se adopte desde el Gobierno andaluz.
Patrona

El mes de la elegancia

Salida procesional de la patrona de Cadiz / FITO CARRETO

Con la procesión suspendida, en Santo Domingo ya se anuncia un acto poético y musical de exaltación a la Virgen del Rosario en la tarde del 7 de octubre. Antes de eso será el pregón de Juan Mera, que se ha propuesto –como hizo en su día con el de la Semana Santa– que cobre más relevancia en la ciudad, para lo cual ofrecerá el próximo viernes una copa a las autoridades gracias a la amabilidad del guardián de San Francisco, Jesús España. Mera quiere así que el pregón empiece a cobrar interés y a sonar desde días antes al 6 de octubre. Un pregón en el que participará la camerata de la agrupación musical de la Oliva del Vejer natal del pregonero, que será presentado por Carlos López Bravo, un cofrade sevillano enamorado de Cádiz.

Vera–Cruz

La Virgen de la Soledad, en el besamano extraordinario frustrado del pasado mes de marzo / P.C.M.

Muy curiosa la historia que ha sacado a la luz José Miguel Sánchez Peña respecto al encargo de la Virgen hace 75 años. Y espectacular el testimonio de las hermanas Refu y Mavi Grosso emitido en el programa cofrade de Onda Cádiz respecto a esos años en los que la Vera–Cruz se hacía (literalmente) en casa de su padre, Ramón Grosso. Las hijas de Ramón, niñas, bordando y confeccionando los caireles del palio; la familia de Ramón aportando candeleros de sus casas para la primera salida de Soledad bajo palio; las cortinas del salón de la casa quitadas y teñidas de negro para la cofradía; el coche de su tío para ir a recoger la Virgen al taller de Sebastián Santos… Ahí es donde radica buena parte de la esencia de las cofradías actuales, en esas aventuras, esa imaginación y esas soluciones que algunos valientes dieron, desviviéndose, durante los años de la posguerra.


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