Los cargadores de Servitas recuperaron el encuentro con la Virgen de los Dolores con el que comienzan las cuaresmas
Mañana lunes, el vía crucis de hermandades en la Catedral
PABLO DURIO | En cinco viernes estarán bajo su paso, recuperando las emociones, los sentimientos y las fatigas que no viven desde 2019; en los próximos días tomarán medidas, ensayarán, abonarán los controles, recogerán los uniformes. Pero antes de entrar en la vorágine de la cuadrilla, en pleno inicio de la Cuaresma, la primera convocatoria era junto a Ella. A los pies de Dolores. Sin paso, sin mediciones, sin nadie por medio, sin luz. La Virgen y sus cargadores, una íntima cita que la cuadrilla de José Julio Reyeros viene repitiendo en los últimos años antes de iniciar el trabajo para que el Viernes de Dolores salga todo a pedir de boca. Una oración, unas palabras, una reflexión y el regalo de contemplar a una de las más bellas dolorosas de la ciudad con la única iluminación de las velas encendidas. Un auténtico privilegio con el que el pasado jueves volvió a reencontrarse esta cuadrilla de cargadores que antes de meterse bajo el paso tiene un encuentro a solas con su Virgen de los Dolores. Todo un privilegio.
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