El Ayuntamiento ya elabora un Plan de Protección adaptado a la pandemia
Habrá reducción del aforo de la carrera oficial
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PABLO DURIO| A nadie se le escapa que la Semana Santa de 2022 será muy distinta a la que se celebró hasta 2019. Especialmente al Ayuntamiento, que ha iniciado ya todo un proceso de revisión de la normativa actual en relación a la pandemia, de las medidas sanitarias vigentes y de los protocolos que se vienen desarrollando en otros escenarios y eventos para configurar un protocolo de actuación de cara a las salidas procesionales que se desarrollarán -si no lo evita una sexta ola o un empeoramiento generalizado de la pandemia- desde el Domingo de Ramos al Sábado Santo.
En concreto, se está reelaborando el plan de protección que precisamente se redactó a conciencia en el año 2018 y que se va a adaptar al nuevo escenario de la pandemia. MÁS INFORMACIÓN
Este trabajo que ya han comenzado los técnicos del Ayuntamiento se va a traducir en una serie de medidas que se activarán en Semana Santa, algunas de las cuales adelanta a este periódico la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla. Y la que posiblemente más llame la atención sea la existencia de calles por las que transitarán las cofradías sin que haya público, vías acotadas para impedir un contacto excesivamente estrecho entre las personas. Algo que antes de la pandemia ya habían empezado a practicar otras ciudades por motivos de seguridad y que en 2022 parece que se va a implantar también en Cádiz, en este caso por motivos sanitarios.
Además, habrá una reducción del aforo de la carrera oficial para facilitar el distanciamiento entre personas, se evitarán aglomeraciones en las calles que tradicionalmente se consideran “críticas” por concentrar a un elevado número de personas, o se colocarán paneles informativos en las calles con las indicaciones propias del Covid (uso de mascarilla, distancia interpersonal…) y también con la relativa al plan que se defina de calles con limitación de público o reservadas por completo para el tránsito único de la procesión.
Todo ello está empezando ya a redactarse y a analizarse por parte del Ayuntamiento, que tendrá en la Semana Santa una gran prueba de fuego respecto a la gestión de grandes eventos en medio de la pandemia, toda vez que el Carnaval ha sido ya retrasado al mes de junio. De hecho, Cazalilla confiesa que la Semana Santa de 2022 servirá de laboratorio para determinar cómo se debe actuar ante este tipo de celebraciones y qué se debe hacer en el Carnaval.