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ANA MENDOZA
1. Manuel Ruiz de Quintanilla. Hermano mayor de Sanidad
A mis queridos hermanos de Sanidad: Es un año triste para todos los cofrades de nuestra Ciudad. Nuestra cita anhelada de todos los años, la ocasión de poder desfilar con nuestros titulares por las calles de nuestra querida ciudad de Cádiz se ha visto truncada por la desgraciada pandemia que asola nuestra Nación y todo el mundo, el dichoso Covid-19 ha venido a echar por tierra la ilusión de tantos y tantos de nuestros hermanos que durante todo el año aguardaban con la mayor ilusión poder acompañar a Nuestro P. Jesús del Mayor Dolor y María Santísima de la Salud en su desfile procesional.
De cualquier forma nuestra fe debe verse aumentada ante tantas dificultades y el no salir en procesión no debe significar que dejemos de lado la celebración de nuestra Semana Mayor.
2. Juan Carlos Torrejón. Hermano mayor de Piedad
Hoy es Martes Santo, uno de los días principales en nuestra vida de cofrades de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Piedad y María Stma. de las Lágrimas. Es el día en el que realizamos la estación de penitencia acompañando a Nuestros Sagrados Titulares, el día en el que nuestra hermandad se lanza a la calle, vistiendo sus mejores galas, para hacerse cofradía en todo su esplendor.
Es el día en el que nuevamente nos revestimos de Cristo con nuestro hábito sagrado, ese que hemos guardado con cariño durante todo el año para este día tan especial.
Es el día en el que somos cofradía en la calle como expresión pública de nuestro ser, tras haber vivido un año de vida creyente y fraterna entre nosotros.
Dadas las circunstancias que vivimos con la pandemia del coronavirus, este año nos ha tocado vivir el Martes Santo de una manera diferente desde la nostalgia y desde la lejanía a Nuestros Titulares y a nuestros hermanos.
Pero me gustaría lanzaros a todos vosotros, hermanos de la cofradía de la Piedad, un mensaje de ánimo y esperanza, pues a buen seguro venceremos esta lucha contra el virus con la ayuda de Dios.
Que durante este día, tan señalado para nosotros, nos acordemos de todos esos hermanos a los que hoy no podremos ver en nuestra Iglesia de Santiago, que los sintamos a nuestro lado, y entre todos elevemos al Stmo. Cristo de la Piedad y a María Stma. de las Lágrimas una oración para que esta situación pase pronto.
3. Eugenio Ricote. Hermano mayor del Caído ¡Feliz Martes Santo a todos! Hoy 7 de abril de 2020 cumplimos 60 años realizando la estación de penitencia con nuestros titulares, Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de los Desamparados. Este año, nuestra salida será virtual, pero no por ello dejaremos de hacerla. Estaremos con vosotros, todos unidos y fuertes para vencer este enorme reto que se nos ha plantado en el camino.
Prácticamente todas las hermandades de penitencia están realizando actividades virtuales esta extraña Semana Santa 2020. El Caído ya preparó un completo programa en este sentido, para llevar a las casas de nuestros hermanos y devotos, todo lo que el destino quiso negarnos en la calle. Y como ya he tenido ocasión de decir, esta Semana Santa la sentiremos con una especial emoción, porque la viviremos en la intimidad de nuestros hogares, sin ruidos, sin carreras, sin nervios. Cada uno a su modo.
Es el momento de la coherencia, de la serenidad. De dar ejemplo cristiano. Vamos a demostrar que lo que de verdad nos importa, no se puede confinar entre cuatro paredes. Que nuestra fe trasciende el aislamiento.
Disfrutemos este Martes Santo tan peculiar, porque así lo ha querido Dios. Sed felices y cuidaos mucho.
4. Jesús Farrujia Hermano de Columna: Es Martes Santo y hoy más que nunca tenemos que rezar unidos para que esta pandemia termine. Tenemos que dar fuerzas a todas las personas que trabajan arriesgando sus vidas por los demás.
Debemos rezar y estar unidos por todas esas personas que fallecieron y no pudieron tener el consuelo de sus seres queridos. Nuestros titulares estan aquí todo el año y os esperan a cada uno de vosotros.
Cuando esto pase, la junta de gobierno se reunirá para tomar una decisión con respecto a lo sucedido pero quiero agradecer las muestras de cariño y solidaridad de muchos hermanos de esta cofradía que se han puesto en contacto con la hermandad y que aún sabiendo que no había salida procesional pues han querido sacar su control de salida. Gracias de verdad porque porque las cofradías somos todos los hermanos y es muy importante este respaldo que nos dáis. Estamos viviendo una situación mala y aún llegarán tiempos difíciles porque a los daños personales habrá que añadir los económicos. Pero justo ahora es cuando tenemos que ser más solidarios y las cofradías intentaremos aportar nuestro granito de arena y acordarnos de los que más lo necesitan.
El año que viene ya disfrutaremos de una salida procesional. Pero hoy más que nunca no debemos olvidar que es Martes Santo, Martes de Columna. Un abrazo a todos.
Martes Santo de 2020, día de nuestro tradicional culto externo estatutario. Por fuerza mayor este año la estación penitencial la hemos sustituido por un culto interno por las redes sociales. Este Martes Santo es el más importante del siglo, dado que estamos sufriendo una situación desconocida por nuestras generaciones, una epidemia. Las consecuencias actuales y futuras no las conocemos pero nos afectarán a todos.
Analicemos, pensemos profundamente sobre lo que somos. No es fácil por ese orgullo que nos hace creernos gigantes, llenos de derechos, sabedores de todo, sin límites…, olvidando que somos seres humanos, lo único importante, y por ello frágiles. Esta situación tiene que servirnos para abrirnos los ojos y mirar qué nos rodea, muchas cosas fútiles e innecesarias para vivir.
Este Martes Santo nos acerca a todos los hermanos y hermanas que en los tres siglos y medio de existencia de la archicofradía, que se acercaban ante cualquier crisis a ponerse bajo el manto de la Virgen de las Angustias, para que como madre, los protegiera y defendiera de los males humanos y espirituales. Al mismo tiempo, para postrarse ante el Santo Cristo del Ecce-Homo para pedirle misericordia y esperanza. Hoy volvemos a pedir para que acoja a los fallecidos y de fuerzas y esperanza a todas las víctimas sanitarias, económicas y sociales de esta epidemía.
Al Ecce-Homo pedimos la gracia de ser instrumento suyo para ser solidarios con los que sufren, por cada prójimo, lo único verdaderamente importante para el cristiano.
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