La Delegación Diocesana de Hermandades permite a día de hoy el culto interno, pero no el externo. Esto no ocurre en otras diócesis
Cuando parece que la problemática de la Oración en el Huerto está cerca a solucionarse con la toma de posesión de la nueva Junta de Gobierno, el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz ha movido ficha para que esta situación no vuelva a darse en el futuro. Al menos en lo referente a la prohibición por parte del Obispado, a través de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías de realizar culto externo, esto es procesionar, estando una cofradía intervenida.
Esto es lo que le ha ocurrido al Huerto en estos dos últimos años y lo que ha colaborado en gran medida a aumentar el agujero económico que sufre la hermandad. Y es que los controles de salida son una de las principales y casi únicas formas de ingreso económico con las que cuentan las hermandades.
Según desveló Juan Carlos Jurado, presidente del Consejo en la tertulia organizada por la Asociación de Cargadores Virgen de la Victoria esta semana: «Desde la Permanente del Consejo se elevó a la Comisión de Reglamento y al Pleno de la Delegación Diocesana de Hermandades la propuesta para que se modificase el artículo 68 del Estatuto base de Hermandades y Cofradías en el sentido de que las Hermandades intervenidas por comisario pueden realizar no solamente cultos internos, si no también externo, siempre y cuando la situación de la Hermandad lo permitiese»
El presidente del Consejo recordó que esta norma solo se aplica en la Diócesis de Cádiz y Ceuta y que en la diócesis vecina de Asidonia Jerez, sin ir más lejos, no está en vigor, lo que ha permitido que en la pasada Semana Santa dos hermandades intervenidas de Jerez no hayan tenido impedimento normativo para salir.
Estamos a la espera de la respuesta de la Delegación Diocesana de Hermandades a la petición del Consejo.
La respuesta a esta propuesta podría hacer que las hermandades cuestionasen a continuación al Obispado por otras normas que consideran que les perjudican, y que carecen de todo sentido, como es la de la prohibición de acompañamiento musical en los traslados y vía crucis, una norma que cuenta con varias excepciones y que el Obispado ha aplicado con distinto rasero en los últimos meses.