Se cierra así una convulsa etapa que ha visto destituciones, suspensiones de cabildos, intervenciones del obispado y la obligación de repetir unas votaciones por falta de quorum
El pasado viernes 8 de diciembre, tomó posesión la Junta de Gobierno encabezada por José Gómez Utrera en la Hermandad de Medinaceli de Cádiz.
Asistieron representaciones de las hermandades vecinas de la parroquia y miembros del consejo, así como el comisario David de la Fuente Carrasco, en representación de su equipo de comisariado: José Luís Cañizar Palacios, Ignacio de la Fuente Carrasco y Manuel Ruiz Gené .
La misa fue oficiada por el padre Rafael Fernández Aguilar, párroco de Santa Cruz y director Espiritual de la hermandad.
Cierre de la crisis
La Cofradía de Medinaceli parece que cierra así una etapa convulsa en la que el día a día de la hermandad se ha visto enturbiado por las diferencias entre distintos grupos de hermanos y la intervención del párroco de Santa Cruz en asuntos internos de la hermandad, más allá de su función como director espiritual.
La procesión Magna de septiembre de 2022 y el poco acertado acompañamiento musical que tuvo el paso de Medinaceli con la banda sevillana de Presentación al Pueblo originó un debate en el seno de la cofradía que terminó con la destitución del mayordomo José Carlos Ruso. Esta persona sonaba en los mentideros cofrade como candidato a hermano mayor de la corporación.
A mediados de año dos listas concurrían al cabildo de elecciones, una encabezada por el entonces actual hermano mayor Benito Fernández, y otra liderada por Manuel Doeste. El desacuerdo del párroco de Santa Cruz con los integrantes de una de las listas hizo que el Obispado decidiese intervenir la hermandad y suspender el cabildo, nombrando a David de la Fuente como comisario por el plazo máximo de un año en julio de 2023.
Las gestiones de este cofrade vinculado a la hermandad de Humildad y Paciencia dieron su fruto convocándose un cabildo de elecciones para primeros de noviembre de este año, en el que la lista de José Gómez Utrera era la única que concurría.
Cuando parecía que todo estaba ya resuelto, y que la hermandad volvería a la normalidad a principios de noviembre saltó la sorpresa teniéndose que anular el cabildo de elecciones por falta de quorum, y es que fueron muy pocos los hermanos y hermanas que acudieron a votar el 3 de noviembre, algo que para algunos fue interpretado como un boicot a una lista presuntamente impuesta desde la Delegación Diocesana de Hermandades.
El segundo intento convocado para el 2 de diciembre y para el que el quorum exigido era significativamente menor si fructificó y finalmente la lista encabezada por José Gómez Utrera obtuvo el respaldo necesario.