El cuadro central, una representación del Abrazo de la Misericordia, es cuadro inglés que huyó de la reforma anglicana de Enrique VIII
Entre los meses de junio y agosto, Ars Nova Restauraciones SL, ha realizado los trabajos de restauración en el retablo de la Santísima Trinidad de la Iglesia de Santiago de Cádiz.
La financiación, a través de las nuevas subvenciones para la conservación, restauración y el inventario de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso que concedió la Junta de Andalucía, han sido una ayuda importante para la realización de los trabajos.
Se trata de una obra muy singular en la historia de Cádiz, pues está íntimamente ligada al asalto angloholandés de la ciudad en 1596. Pero su historia se remonta a décadas antes, pues su cuadro central, una representación del Abrazo de la Misericordia en forma de Santísima Trinidad, es un cuadro inglés que huyó con los jesuitas con la reforma anglicana de Enrique VIII. El cuadro recaló en el Colegio de los Jesuitas en Cádiz, donde los ingleses lo ultrajaron infligiéndole cuchilladas que fueron conservadas, a través de los siglos, como reflejo de ese ataque iconoclasta de los protestantes. A los años, el cuadro de gran piedad espiritual, adquirió gran devoción en Cádiz, por lo que le fue construido su actual retablo en 1743, para así recibir culto decoroso. Contrasta el estilo manierista del cuadro, del siglo XVI, con el barroco de rocalla, del siglo XVIII, del retablo.
Los trabajos de restauración han determinado la limpieza y consolidación de sus dorados y estructura, la reconstrucción de algún elemento arquitectónico así como una intervención en el cuadro en el que se ha eliminado la presencia de un grueso barniz amarillento y se han eliminado deformaciones del lienzo.
Sobre él, el grupo de las tres virtudes teologales: Fe y Esperanza, en los flancos, y la Caridad en el centro, presidiendo el conjunto sobre el cuadro. La Caridad, la más importante de las virtudes (Carta Corintios de San Pablo. 1 Cor. 12, 13), preside el conjunto, reinterpretando el cuadro como un acto de misericordia. Es una Trinidad piadosa, no teológica, donde Dios Padre sostiene el cuerpo del Hijo, como una Piedad. La escena es muy devota, pues Dios Padre mira al espectador mientras señala al Hijo , mostrando el dolor de un padre que sostiene el cuerpo difunto de su hijo.