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El hijo del que fuera hermano mayor, Francisco Arenas, toma las riendas tras la intervención eclesiástica
PABLO DURIO. En plena desescalada del coronavirus, la hermandad de los Patronos recupera la normalidad. La corporación que había visto paralizada su actividad y que había quedado intervenida por la autoridad eclesiástica tras el fallecimiento de su hermano mayor, Francisco Arenas, ha recobrado la normalidad con la toma de posesión de la nueva junta de gobierno en la tarde del martes.
Fue en el último trimestre del pasado año cuando el Obispado, después de meses de indecisión respecto a la renovación de la junta de gobierno de la cofradía de San Servando y San Germán, decidió intervenirla y nombrar a Francisco Pedreño como comisario. Todo ello coincidiendo con el cuarto centenario del Patronazgo de San Servando y San Germán sobre la ciudad, que hasta la fecha ha pasado totalmente desapercibido sin ninguna celebración.
Francisco Arenas, hijo del anterior hermano mayor, es finalmente quien se ha hecho cargo de la hermandad, conformando una junta de gobierno en la que también figuran Antonio Villena como teniente de hermano mayor; Juan Antonio Arenas en calidad de tesorero; Joaquín Gamero, como mayordomo; Pablo Román en calidad de secretario; Santiago Posada de fiscal; y Manuel Garrido, Milagros González y Juan Manuel Marrero como consiliarios.